Desde que empecé a investigar en la biografía de Elvis, siempre me ha parecido que el especial de 1968 supone claramente un punto y aparte en su carrera musical, incluso más importante que su marcha al servicio militar.
Antes del especial, Elvis era una leyenda de los años 50 metida a estrella de cine musical, que había llegado a un punto en que era incapaz de encender la más mínima chispa, no ya en sus cada vez menos numerosos fans, sino en su propio interior. Elvis necesitaba un desafío que le empujara en una nueva dirección. Vio la oportunidad, se la jugó a todo o nada, y venció. Posiblemente sin el especial del 68 nada sería igual. Éste le sirvió para darse cuenta de lo mucho que aún tenía dentro y podía dar. Meses después de la emisión del especial por televisión, volvió a grabar en Memphis después de tantos años, rodeado de los mejores músicos de la ciudad. De éstas sesiones nacieron los que para muchos son los mejores temas que jamás grabó. Poco después empezaron los compromisos en Las Vegas, y de nuevo las giras y los conciertos multitudinarios. Se iniciaba así en una nueva vorágine que acabó por absorverle hasta la última gota de su sangre. Puede que sin el especial del 68, nosotros no estuviéramos aquí ahora...aunque puede que él sí.
Mi recuerdo para José Aranda de Jaén por su excelente artículo titulado "...Pero sigo siendo el Rey 1968 Comeback Special" que dedicó a Ana hace doce años en la revista del programa Club Elvis.
Vicente Ahumada.
Puedes escuchar el audio en el reproductor de iVoox que tenemos en el ángulo superior derecho del blog.
